Dignísima señora:
Un
sagrado deber me autoriza a dirigirme a Ud., y siento profundamente que esta
carta, por las luchas que va a rememorar contribuya a aumentar el dolor que hoy
justamente dominarla. En el combate naval del 21 próximo pasado que tuvo lugar
en las aguas de Iquique, entre naves peruanas y chilenas su digno y valeroso
esposo, capitán de fragada don Arturo Prat, comandante de la Esmeralda, fue como
usted no lo ignorará, víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de la
bandera de su patria. Deplorando sencillamente tan infausto acontecimiento y
acompañándola en su duelo, cumplo con el penoso y triste deber de enviarle las
que para usted inestimables prendas que se encontraron en su poder, y que son
las que figuran en la lista adjunta. Ellas servirán indudablemente de algún
pequeño consuelo en medio de su desgracia, y por eso me he anticipado a
remitíselas.
Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro
señora, la oportunidad de ofrecerle mis servicios, consideraciones y respetoscon
que me suscribo de usted, señora, muy afectísimo seguro servidor.
"Recibí su
fina y estimada carta... en ella, con la hidalguía del caballero antiguo, se
digna usted a acompañarme en mi dolor, deplorando sinceramente la muerte de mi
esposo; y tiene la generosidad de enviarme las queridas prendas que se
encontraron sobre la persona de mi Arturo; prendas para mí de un valor
inestimable... consagradas por su martirio, como la espada que lleva su adorado
nombre. Al proferir la palabra martirio no crea usted señor, que sea mi intento
de inculpar al jefe del Huáscar la muerte de mi esposo. Por el contrario, tengo
la conciencia de que (usted)... tiene el raro valor de desprenderse de un
valioso trofeo poniendo en mis manos una espada que ha cobrado un precio
extraordinario por el hecho mismo de no haber sido jamás rendida; un jefe
semente (como usted, Grau), un corazón tan noble, se habría, estoy cierta,
interpuesto, a haberlo podido, entre el matador y su víctima, y habría ahorrado
un sacrificio tan estéril para su patria como desastroso para mi corazón...
Carmela Carvajal de Prat".
Comentarios
Publicar un comentario